Cuando una mirada cálida,
te devuelve tu reflejo, de mujer
fuerte y libre.
¿Sabes quien eres,
si te despojas de todos tus ropajes
y máscaras?
¿Quién queda,
debajo de los adornos de tu vida?
Algunas veces te has visto,
corriendo descalza y danzando en
armonía,
en comunión contigo y con el Todo.
En esos fugaces sueños eres, simplemente,
tú.
Contenta de ser y no de tener.
¿Qué tienes, realmente?
¿A los que te acompañan en este
camino?
¿Tus victorias?
¿Tus posesiones?
Ilusión…
Intuyes, en lo profundo,
que sólo te tienes a ti.
Pero no sabes cómo amarte.
Hace muchas eras,
que desaprendiste el trabajo del
amor
y has venido, a recuperar tu
conocimiento.
Has sido bendecida,
con el don de reconocer a tus espíritus
hermanos,
pero no sabes reconocer tus dones.
¿Quién puede ayudarte, pequeña niña?
Invócate, desde tu interior lejano.
Llama a tu Sabia Madre Interior.
Bendice la vida que hay en tus
entrañas,
Y reencuéntrate contigo.
Dirige una plegaria honesta,
al centro de la Tierra;
y fúndete en el abrazo eterno, del Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
POR FAVOR, COMPARTE CONMIGO TU OPINION, PARA ENRIQUECERNOS MUTUAMENTE.